LA DISCAPACIDAD EN EL CINE - Taller de Independencia
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LA DISCAPACIDAD EN EL CINE

LA DISCAPACIDAD EN EL CINE

 

El cine y la discapacidad

 El audiovisual, en cualquiera de sus formas, es una arma potentísima que a lo largo de la historia ha reflejado de múltiples formas la discapacidad, aunque la mayoría de veces desde el punto de vista del NO discapacitado.

 Las personas con discapacidad constituyen un importante colectivo cuya imagen social e incluso su autoestima pueden verse afectadas por planteamientos cinematográficos erróneos o caer en estereotipos sociales que nada tienen que ver con la realidad y las múltiples posibilidades que ofrece este colectivo.

 El audiovisual, sirve para manifestar el sentir de una época y su gente y es por ello una poderosa herramienta de educación y manipulación muy potente que juega a perpetuar conceptos y actitudes en la sociedad.

 Por eso, aquí me gustaría crear un espacio de reflexión en el concepto ya que, a menudo la imagen que se presenta de las personas con discapacidad difieren de la realidad y se muestran esterotipos sociales de dependencia, desesperación y desequilibrio que de alguna manera sí es así. Pero, al igual  que las “no etiquetas” cada día son más importantes, el tema se debería tratar a partir de un modelo que hable del valor de la diversidad, por que no es sólo el handicap, sino que es lo más humano.

Al observar la escasa presencia e inadecuada imagen que, en muchas ocasiones se le da desde los medios de comunicación a este tema quizás por una falta de preparación o por desconocimiento, se corre el riesgo de comunicar con un enfoque equivocado y esos errores, en lugar de acercarnos a la inclusión crean un barrera aún mayor. Tal vez esta falta de preparación puede llevar a la invisivilidad del tema por desconocimiento.

 Así desde la infancia y cuando la discapacidad es invisible se insiste en la emotividad en personajes identificándolos con personajes deformes como “El jorobado de Notre Dame” pero desde la diferenciación negativa o en “ Los olvidados” de Luis Buñuel que utiliza  a la persona con discapacidad como símbolo de una situación injusta o cruel.

La no discriminación debe ser el reconocer al otro como un igual, respetando su diversidad y valorándolo como un factor enriquecedor para la sociedad. Tampoco hay que caer en una excesiva discriminación positiva ya que esto fomenta aún más la diferenciación.

Al final, en este colectivo como en cualquier otro (aquí hago referencia a nuestro querido Bruno Merlo que al preguntarle, en alguno de los múltiples grupos de whatsapp que cómo definiría a una persona con discapacidad si como persona discapacitada, minusválido, inválido… él contestó simplemente como persona) y así debería de ser.

A fin de cuentas, en algunos momentos de la vida todos tenemos bloqueos, miedos y altibajos. Es decir ante todo somos nosotros los protagonistas y no son las distintas discapacidades. Ante todo somos “PERSONAS” así sin más, con nuestros defectos y con todas nuestras virtudes y habilidades.